jueves, 28 de mayo de 2009

Buscando desesperadamente el sombrero blanco


“El pensamiento de sombrero blanco

es una disciplina y una dirección.

El pensador se esfuerza por ser más

neutral y más objetivo al

presentar la información.”


De Bono


Poniendo en práctica la estrategia de búsqueda de información


Estoy siguiendo al pie de la letra las instrucciones para realizar la actividad 12: Con el sombrero blanco en la cabeza. Puse al alcance de mis ojos mi estrategia de búsqueda de información en Internet. Extraje de mi carpeta la impresión del capítulo 2 de Monereo: Aprender a buscar y seleccionar en Internet. Me siento listo para iniciar la búsqueda. Estoy siguiendo las indicaciones de hacer anotaciones durante la búsqueda. Ya establecí el objetivo de mí búsqueda: Localizar datos confiables de primer y segundo nivel del tema de mi futura investigación, el tema: La brecha digital en la educación básica. La información que localice la voy a clasificar de acuerdo a los datos que contenga. Voy a determinar la confiabilidad de la información, si tiene autor, si tiene fecha de actualización o fecha de publicación, voy a ver si no tiene errores alfabéticos, si es un portal de alguna institución, etc.

Voy a utilizar los siguientes buscadores: Google, AllTheWeb, Lycos, MetaCrawler, Altavista y Starmedia. Ya definí la palabra clave de búsqueda: “brecha digital” y mis operadores lógicos: que incluya la palabra educación básica, sitios en español, región: México o Latinoamérica, publicados o actualizados en el último año.

¡Listo! Voy a la caza de la información.

¿Alguien ha visto mi Sombrero Blanco?

Buscar información en Internet es una tarea sencilla, abro el navegador, ingreso al buscador, establezco los datos de búsqueda y ya. Pero encontrar datos de fuentes confiables, es una tarea ardua y muy desgastante. Con los filtros que establecí, la respuesta de los buscadores fueron: notas periodísticas, presentaciones en PowerPoint, boletines de prensa de la Secretaría de Educación Pública, artículos de e-México, declaraciones sobre Enciclomedia, pero realmente poca información que valga la pena, que sea útil, que contenga datos, cifras, información de primer nivel.

En anteriores búsquedas no sufrí tanto, rápidamente encontré información útil y confiable, pero ahora que intentaba ponerme el “sombrero blanco” no lo encontraba o no me quedaba.

Me vi forzado a abrir mis parámetros de búsqueda, modifiqué el período a dos años y a la región de Latinoamérica. Así, obtuve mayor cantidad de páginas. La gran mayoría de Argentina, Colombia, Perú, Paraguay y Uruguay. En todas estas páginas hay muy pocos datos de México, sólo algunas comparaciones. Me pregunté: ¿Por qué en México no se publican cifras o datos?
A pesar de que ahora cuento con una mayor cantidad de herramientas para realizar una búsqueda exitosa de información en Internet, es muy complicado encontrar datos confiables de primer y segundo nivel, en algunos casos no había referencia de la fecha de la publicación o de su actualización o no se mencionaba al autor, y así, carecieron de validez para mí.

Qué duros son los datos duros.

Buscar información confiable en Internet es una labor muy compleja. Que duro es buscar datos duros, datos confiables y comprobados.

A pesar de tener una estrategia de búsqueda clara y precisa, de tener un objetivo bien definido, es muy difícil encontrar datos confiables. Se requiere mucha habilidad y sobre todo sensibilidad para en una primera mirada saber si esa información puede ser útil y confiable. Es necesario hacer búsquedas recursivas, probar una y otra vez los filtros y parámetros de búsqueda, abrir varios buscadores y prácticamente hacer un ejercicio de ensayo y error o ensayo y acierto. Se requiere tiempo, paciencia y confianza, aunque a veces se lleva uno desagradables sorpresas.
Estoy convencido que cualquier actividad que se realice, deja un aprendizaje y que mientras más búsquedas se hagan mayor posibilidad se tiene de encontrar eso que se busca.

Aprendí a ser muy exigente en lo que busco, a ser paciente en encontrar los datos que necesito. Esta ocasión fue sólo el inicio, ya sé que a partir de hoy, tengo que destinar un tiempo determinado diariamente para seguir buscando los datos y la información que me van a ser útiles para mi ensayo final.

Referencias:

Monereo, C (2005). Aprender a buscar y seleccionar en Internet. Internet y competencias básicas. México: Secretaria de Educación Pública. pp. 27-50.

De Bono, E. (2006). Seis sombreros para pensar. Argentina: Ed. Granica.

Contribuyendo al cierre de la brecha digital: Proyecto de Servicio Social Comunitario ITESM CCM y INEA- CONEVyT. Recuperado el 4 de mayo de 2009 de: http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/anteriores/n49/bienal/Mesa%2012/EnedinaOrtega.pdf

Mercado, S. ¿Son necesarias las escuelas públicas? Recuperado el 4 de mayo de 2009 de: http://www.labrechadigital.org/labrecha/index.php?option=com_content&task=view&id=109&Itemid=29


Razo, C. La brecha digital en América Latina. Recuperado el 11 de mayo de 2009 de: http://www.e-agriculture.org/uploads/media/labrecha%20digital%20en%20america%20latina.PDF

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Logros y retos en el desarrollo de competencias

Introducción


Antes de iniciar el estudio de la Maestría en Comunicación y Tecnologías Educativas, específicamente del Módulo Propedéutico, sabía que no iba a ser fácil para mí, ya tenía experiencia en dos ocasiones de haber iniciado y al poco tiempo desertado. Me había hecho a la idea de que “la tercera es la vencida” como dicen, además era para mí una obligación, ya que así lo había establecido en mi programa de actividades en período sabático.


En la primera actividad, cuando nos presentamos todos los participantes, me di cuenta que era el mayor de todos y eso representó para mí otro reto además de los ya establecidos en las cuatro competencias: pensamiento crítico, comunicación escrita, uso de la tecnología y estudio independiente.


Logros y retos


La elaboración y entrega de las actividades de la evaluación diagnóstica me pareció una buena oportunidad para poner en práctica los conocimientos que ya poseía o que al menos creía poseer. Trabajé con mucha dedicación y entusiasmo y cumplí en tiempo y forma. Pero… ¡Oh sorpresa!, recibí unas calificaciones inesperadas para mí. Calificaciones que me hicieron colocarme en mi realidad.


Me prometí humildad y mayor dedicación. No ha sido fácil para mí. Pero me dije: “Ramón, sabes muy poco, pero eso es bueno, tienes mucho que aprender”.


Y así empecé. Primero imprimiendo todos los archivos, leyendo y releyendo, buscando y rebuscando, dudando de todo lo que encontraba.


Cuando elaboré mi cuadro semanal de distribución de actividades, me di cuenta que organizando mis actividades tenía tiempo suficiente para estudiar y para crecer.


Sé que he obtenido algunos logros, así lo he leído en las retroalimentaciones de mi tutora, pero tengo muchos más retos y eso me hace poner mayor empeño en estudiar.


Mis retos son los siguientes: me es necesario ser más reflexivo, tener trascendencia en la temporalidad, establecer claramente la idea que debo desarrollar, avanzar en la sustentación de mis comentarios, tomar una postura mas específica con respecto al tema y considerar las diferentes posturas, analizar la información que obtengo y confrontar mis ideas con las que están en los textos o información que obtengo.


Necesito definir un título y subtítulos más sugerentes y congruentes para los escritos que hago, tomar ideas de las informaciones que obtengo, ser más claro en la estructura de mis textos, hacer introducciones, fundamentar mis opiniones y sintetizar mi postura y establecer conclusiones, estructurar secuencias de ideas, incluir las características principales de un texto, hacer citas y referencias correctas y reflexionar más sobre el estudio independiente en mi práctica académica.


Necesito trabajar más con esquemas para aprovechar su función, cuidar la uniformidad en los textos, incluir hipervínculos, ser más concreto al hacer presentaciones en PowerPoint y considerar todas las fuentes de información.


Requiero allegarme de fuentes informativas necesarias para la realización de ensayos y textos, la realización de resúmenes, realizar análisis más objetivos, identificando la posición del autor y saber expresar lo que quiero, así como realizar evaluaciones más objetivas.


Conclusión


Estoy muy contento con lo que he logrado hasta hoy, sé que me falta mucho por hacer, apenas estoy en el módulo propedéutico, pero si sigo así, creo que lo voy a lograr.


Tengo una gran tutora, de la que debo aprender más, me prometo desde hoy tener mayor contacto vía correo electrónico con ella.


Tengo unos compañeros fabulosos en mi red de apoyo, aunque en algunas ocasiones he fallado, tengo la seguridad que cuento con su apoyo y sé que tengo que ser muy organizado para no quedar mal ni conmigo ni con ellos.


Mi familia también me apoya, mi esposa y mi hijo me motivan.

Sé que puedo y lo voy a lograr.


¡Gracias por darme esta oportunidad de crecer personal y profesionalmente!

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Prejuicios



¿Vivimos rodeados de prejuicios?

Introducción

Yo sabía que existían prejuicios, pero nunca antes me había puesto a pensar en ellos. Es hasta ahora que los veo y creo que están por todos lados.“El prejuicio es una actitud injustificable (y normalmente negativa) hacia un grupo y sus miembros.

El prejuicio generalmente implica creencias estereotipadas, sentimientos negativos y una predisposición a la acción discriminatoria”. (Myers, 2007, p. 743).

Hasta ahora que investigué sobre prejuicios, comprendo que es una actitud de grupo y más que natural, es aprendida y seguida para poder pertenecer a ese grupo.

Desarrollo

Existen una infinidad de prejuicios. Los hay clásicos como los prejuicios de raza y de género. Y digo clásicos porque esos, desde niño los conozco, aunque tal vez sin saber que eran prejuicios.

Recuerdo que en la primaria y la secundaria jugábamos a: “péquele al negro” y lanzábamos cualquier objeto que estuviera al alcance de nuestra mano a algún compañero o llamábamos “Memín pinguín o pingüín” a algún compañero simplemente por el hecho de tener la piel de un tono más subido que la de nosotros (yo no soy rubio, ni mucho menos), pero también teníamos compañeros más blancos que la mayoría de nosotros, a uno le llamábamos “el güero balín”, nunca supe por qué, pero también así le decía.

También jugábamos al “Club de Tobi”, un grupo donde las niñas, por ser niñas, no tenían cabida. Pero las niñas, tenían su “Club de Lulú”, en el cuál, nosotros los niños, por ser niños, tampoco entrábamos.

Después de reflexionar sobre los prejuicios me doy cuenta que estoy rodeado de prejuicios, que soy parte de ellos y que existe una gran cantidad de prejuicios: los puedo clasificar en: ocupacionales, de preferencias sexuales, por la forma de vestir, de creencias religiosas, etcétera.

No hace mucho veía en un noticiero una nota sobre una pinta en una barda de la ciudad de Monterrey que decía: “Haz Patria, mata a un chilango”, ese es un prejuicio “regional” por etiquetarlo de alguna forma. He escuchado muchas veces que dicen: “los del norte son altos y francotes“, “los chilangos hablan cantando”, “los del sureste no trabajan, porque estiran un brazo y cortan de un árbol el fruto que necesitan para comer”, “los jarochos son muy groseros”, “los de Monterrey son codos” e infinidad de prejuicios regionales más que he aceptado como si fuera la verdad absoluta, yo nací en el estado de Veracruz y no soy jarocho ni grosero y tengo más de 30 años viviendo en el Distrito federal y no soy chilango, es más no se que significa chilango.

En la calle he visto jóvenes con pantalón muy holgado con el tiro más abajo de las rodillas y con cachucha de lado y lo primero que pienso es: “viste como Cholo” o si veo a una mujer muy alta y muy pintada, pienso: “es un travesti”, estos son prejuicios por la forma de vestir.

Cuando voy manejando, si veo que alguien maneja de manera temeraria o se cambia de carril sin indicarlo con la direccional, pienso que “maneja como pesero” o taxista” sin ponerme a pensar que probablemente hay conductores de ese servicio que manejen bien, pero yo ya lo encasillé así.

Ahora que lo recuerdo, también cuando en domingo por la mañana veo a alguien en la calle vistiendo de traje, sobre todo de color obscuro, digo: “es uno de los Testigos de Jehová”.

Creo que si me pongo a analizar, pienso que llenaría 10 hojas con los de prejuicios que tengo y nunca había analizado, y como lo dice Edison Otero (1977) los prejuicios llevan a la discriminación.

También Edison Otero (1977) dice:

El prejuicio no es sino un filtro en nuestras relaciones con el mundo y nuestros congéneres, y su fundamento se halla en la naturaleza misma de nuestros procesos sensoriales; el prejuicio se acomoda de tal manera a nuestras necesidades que, una vez adherido a nuestra conducta cotidiana, es capaz de conformar nuestras percepciones sensoriales”.

¿Es decir, que irremediablemente soy prejuicioso y que aunque cuando nací no tenía prejuicios, los fui aprendiendo de mis padres y familiares y de los grupos a los que he pertenecido?

Entonces, me pregunto, que puedo hacer con mis prejuicios. ¿Cómo cambiarlos? o mejor aún ¿Cómo quitármelos?

La Dra. Soledad Lemus Martín (2008) de la Universidad de Granada realizó una investigación desde el punto de vista científico sobre los prejuicios asociados al género. Dice que se pueden modificar pese a ser automáticos y actuar de forma implícita.

A mi me gustaría modificar todos los prejuicios que tengo, es más, quitármelos.

Conclusiones

Me pongo a reflexionar sobre los prejuicios y me pregunto: ¿Lo hago de manera conciente o viven permanentemente en mi inconciente? ¿Qué tengo que hacer para liberarme de los perjuicios? ¿Cómo quitármelos?

Quiero imaginar un mundo donde ya no se hable de tolerancia, porque creo que si tolero al de junto, siento como que me tengo que aguantar de su forma de ser o de pensar o de vestir, pero el prejuicio sigue presente. Un mundo donde considere que todos somos iguales, sin estereotipos ni clichés, es más, sin discriminación.

¿Utopía?

No se. Pero creo que a partir de hoy tengo que estar abierto a cuestionarme sobre los prejuicios que tengo. Probablemente eso me haga crecer, ser libre y ver el mundo de una mejor manera.

Referencias

Lemus, M. S. (2008, Febrero 13) Revista de Psicología, Consulta y Ayuda On-Line. Recuperado el 26 de marzo de 2008 de:http://fjnavas.wordpress.com/2008/02/13/metodo-para-modificar-prejuicios-segun-la-universidad-de-granada/#more-442

Myers, D. (2007) Psychology. (8ª. ed.) New York. Worth Publishers.

Otero, E. (1977) El Pensador en la Caverna. Facultad de Ciencias Sociales. Universidad de Chile. Serie Estudios.

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Estrategias de la RED de Apoyo ÁGORA

RED DE APOYO ÁGORA


Integrantes:
MARÍA DE LOS ÁNGELES GARCÍA MONTOYA
JOSEFINA NOEMÍ DUARTE SÁNCHEZ
JOSÉ ALONSO FLORES GÓMEZ
RAMÓN ARCOS GONZÁLEZ








Objetivos:
· Poner en práctica la Estrategia de Búsqueda de información
· Poner en práctica la Estrategia de Lectura
· Usar la Tecnología para solucionar los problemas
· Compartir materiales para desarrollar las habilidades de pensamiento

Estrategia de Lectura:
· Leer títulos y subtítulos
· Señalar ideas y palabras clave con un código personal
· Formular preguntas
· Pensar en ejemplos para los conceptos
· Formular un organizador gráfico

Estrategia de Escritura:
· Definir Tema y Objetivo
· Establecer el lector
· Definir el modo discursivo y la función lingüística
· Escribir
· Revisar
· Darlo a otros a leer
· Evaluar las observaciones
· Reescribir
· Releer
· Dar formato

Estrategia de búsqueda de información
1. Definir el objetivo de la búsqueda
2. Seleccionar las palabras o texto más apropiados
3. Definir que tan reciente queremos la información
4. Definir los dominios en los que quiero delimitar búsqueda (.edu, .gob, .com)
5. Seleccionar el "buscador más adecuado", es decir definir lo queremos encontrar
6. Seleccionar los operadores booleanos o utilizar la búsqueda avanzada
7. Discriminar los resultados de páginas no confiables
8. Hacer preelectura de algunos documentos
9. Seleccionar los textos más adecuados a nuestros intereses
10. Elaborar un registro personal de páginas y su contenido
11. En caso de ser necesario reformular la búsqueda y regresar al punto 2

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El pensamiento crítico aplicado al pensamiento crítico

Debo confesar que cuando tuve en mis manos la lectura de Espíndola, la leí y releí y me costaba trabajo entenderle, me parecía casi un trabalenguas eso de: “El arte de pensar acerca del pensamiento mientras uno está pensando…”, y entonces inicie una paciente búsqueda de mayor información.

Encontré un ensayo de Alejandro Herrera Ibañez publicado en el Boletín Mexicano de Lógica No. 2 mayo-agosto de 1996 del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UNAM que contiene la siguiente definición:


"El pensamiento crítico se propone examinar la estructura de los razonamientos sobre cuestiones de la vida diaria, y tiene una doble vertiente analítica y evaluativa. Intenta superar el aspecto mecánico del estudio de la lógica, así como entender y evaluar los argumentos en sus habitats naturales, por ejemplo, el jurídico, el estético y el ético".

Esta definición ya se me hizo un poco más clara, pero seguí buscando y encontré lo siguiente: En palabras de Vincent Ryan Ruggiero, "nos ayuda a interpretar ideas complejas, a evaluar las evidencias a favor de un argumento, y a distinguir entre lo razonable y lo no razonable".


Desde mi punto de vista y después de revisar todo el material al que tuve acceso, creo que el pensamiento crítico es una forma de pensar para poder emitir juicios válidos y que nos lleve a ganar algún conocimiento.

REFERENCIA
Espíndola, (1996). Pensamiento Crítico, en Reingeniería Educativa. México: Colección Biblioteca de la Educación Superior. pp. 105-106.

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